Por: Oscar David Echeverri Botero
La Inflación existe cuando se presenta un aumento generalizado y sostenido en los precios en los bienes y servicios y durante un periodo determinado de tiempo, originando que con cada unidad de moneda se adquieran menos de esos servicios, bienes, dado lo anterior, es un reflejo de la pérdida de valor adquisitivo.
Los bancos centrales de los países, intentan controlar la inflación desmedida, ¿y como lo hacen? Subiendo las tasas de interés, dado que, con tasas de interés más altas, son menos las personas que pueden pedir préstamos, sube el costo de las deudas que se tienen. Ejemplo: suben los pagos mensuales de las tarjetas de crédito. El efecto es que como las personas solicitan menos crédito y tiene que cancelar más por sus obligaciones, se gasta menos, al haber menos dinero disponible se vuelve más lenta la economía.
Lo contrario a la Inflación es la deflación, que es un descenso prolongado y generalizado (mínimo dos semestres) de los precios de servicios y bienes, originado por una debilidad en la demanda y un exceso de oferta. Ahí vuelve a intervenir el Banco Central bajando las tasas para incentivar nuevamente la demanda, la gente pide más préstamos y gastan más…y vuelve y comienza el ciclo.
Una burbuja económica, es un fenómeno originado en los sectores, debido a la especulación, es decir un incremento anormal, prolongado e incontrolado del precio de un activo. Estos precios desmedidos, motivan a nuevos compradores a adquirir el activo y poderlo vender a un precio mayor, incrementando más el precio y alejándose de su valor “real”. Cuando el precio alcanza niveles demasiado altos la burbuja se estalla, dándose una venta masiva del activo y con pocos compradores queriendo adquirirlos. Hay miedo y luego pánico generalizado, las ventas excesivas llevan el precio muy por debajo de su valor “real”.
Una recesión, es una disminución o perdida generalizada de la actividad económica de una región o un país. Se mide a través de la disminución en la tasa anual del Producto Interno Bruto. Para llamarse recesión, debe ser medida con un descenso de dos trimestres consecutivos. Si se prolonga por más tiempo sería una crisis económica y si continua en el tiempo sería una depresión económica.
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