Por Oscar David Echeverri Botero
- Corriendo riesgos excesivos en tus inversiones.
- Querer siempre el dinero rápido.
- Entrando en un mercado que no conoces, sin un plan definido.
- Dejando correr tus perdidas y cortando tus ganancias.
- Creer que, porque ganaste un par de veces, eres el (la) mejor y no controlas el riesgo en las demás operaciones.
- Siempre cambiar tu método de invertir, buscar y buscar nuevas estrategias, análisis, patrones para invertir, con modelos matemáticos que si no controlas tus emociones no sirven……Mantenlo simple, trasciendemas.
- No diversificar.
- Confundir los plazos y estrategias de inversión (Corto, Mediano y Largo Plazo).
- Creer en todos los “gurús” financieros que te enceguecen.
- Invertir en todo lo que te digan, sin analizar los riesgos.
- Ser descuidado con tus mediciones, mide para evaluar, para mejorar.
- Planear y no ejecutar tu plan.
- Colocar todo tu dinero en inversiones, hasta el de la comida.
- Estar todo el tiempo siguiendo tu inversión, emocionalmente afectado por malas decisiones en gestión de riesgo o con un capital invertido muy alto, que te quite el sueño y te de gastritis.
- Entrar desbocado al mercado, a una inversión, sin un plan.
- Siendo adicto y tener que buscar nuevas oportunidades muchas veces al día.
- No aprender de los errores de los demás, y mucho menos de los propios.
- Continuar en inversiones con las que te sientas mal, arriesgando tu patrimonio y el de tu familia.
- Mentirte diciendo que la inversión se recuperará, cuando fallaste cortando la perdida y la dejaste correr.
- Invertir con señales que dicen los “gurús” y confiar ciegamente en ellos.
- Manejar tus inversiones con ansiedad.
- Creer que el paso a paso es lento, intentar construir toda la riqueza hoy.
- Enviar recursos al extranjero sin cumplir la ley, no reportándolos ni canalizándolos por los medios que son, con la posibilidad de incurrir en multas iguales a tu capital.
- Metiéndote en pirámides.
- Diciendo que el mejor momento para invertir ya pasó.
- Colocando tus recursos en inversiones que ni siquiera te cubren la inflación.
- Invirtiendo sin un porqué, solo por ganar y ganar, solo por acumular riqueza.
- Creyendo que invertir solo es análisis fundamental o técnico, descuidando tus emociones.
- Levantándote cualquier día, sintiéndote con super poderes, a incumplir tu plan de inversión, irrespetándolo. Estas solo a un par de malas decisiones de perderlo todo, siempre sigue tu plan.
- No evaluando los riesgos macro y microeconómicos, ni los sectores en los que inviertes.
- No gestionando tu capital.
- No eres precavido al invertir.
- Te endeudas a una tasa superior a la que inviertes. Endeudarte para invertir y con un retorno menor al costo de la deuda.
- Invirtiendo más tiempo en comprar ropa que en analizar las inversiones.
- No orientarte adecuadamente.
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