Oscar David Echeverri Botero
Si alguna vez haz sentido que quieres avanzar, tienes los objetivos claros, luchas por ello, y aun así, hay algo que no te permite enfocarte para cumplir tus sueños, te puede interesar lo siguiente.
Tu eres el único responsable de lo que te sucede, cuando entiendes esto, avanzas. Si culpas a los demás y a todo lo que nos rodea de lo que te pasa, siempre tendrás una excusa y no te apropiarás de tu vida, te conviertes en eso que la mayor parte del tiempo piensas, sea bueno o no tan bueno. Tus pensamientos te definen, crean tus hábitos, te permiten avanzar o te paralizan.
Nuestras creencias van definiendo nuestros hábitos, nuestro actuar, con ellas decidimos ponernos en marcha o detenernos ante algún reto, lo que no es tan bueno es permitir que nuestras creencias nos limiten y nos hagan perder oportunidades de perseguir nuestros sueños, la buena noticia es que puedes moldear y cambiar creencias que de forma generacional han influido en tus decisiones, cuando eras pequeño las personas de poder influían sobre ti, ya debes dejar esto a un lado y otorgarte poder para tomar las riendas en tus decisiones, simplemente agradece a tus antepasados y avanza. Lo anterior lo logras apoderándote de tu vida, al fin, en ella el protagonista eres tú.
El camino para el éxito en cualquier arista de nuestras vidas comienza por saber a donde queremos ir, ponernos en marcha (acción), ver qué resultados obtenemos, aprender de nuestros errores, mejorar constantemente y permitirnos ser flexibles para abrazar y amar el cambio.
Cuando tienes la fortaleza mental y la madurez para identificar tus saboteadores, solo con nombrarlos pierden poder y es más fácil gestionarlos, minimizarlos para trascender. No se trata de castigarte, simplemente de perdonarte por los errores y aprender de ellos para poder continuar. Si no lo haces, la vida se encargará de volver a ponerte esa prueba más adelante, aparecerá con otra ropa aquello que tienes que mejorar.
Tú eres el único que tiene poder sobre tus pensamientos, comienza creando un presupuesto, disminuyendo tus deudas (no pagues solo la cuota mínima de tus créditos, abona a capital constantemente y cada que tengas ingresos adicionales), ahorra e invierte recursos constante y sistemáticamente (mínimo el 10% de tus ingresos…tú puedes, calla esa vocecita que te dice que no, quítale fuerza a ese saboteador, esto te permitirá en el largo plazo tener seguridad, tranquilidad y hasta libertad financiera.
Gestionando tus representaciones mentales, puedes lograr tus metas, para cambiarlas, primero analiza lo que representas en tu mente inconsciente y como te sientes, si lo que siempre imaginas es la peor situación, visualizándote pobre, con deudas, sin merecer libertad financiera, seguramente eso tendrás. Sin embargo, puedes cambiar esos pensamientos, piensa en grande, positivamente y trabaja para ello, “los como” te los va mostrando paso a paso tu mismo inconsciente, pondrá los medios y las personas indicadas en tu camino para lograr lo que tanto quieres, con acciones concretas y sistemáticas. Eso sí, no te sientes a esperar, actúa. Muy importante, cada que pienses en tus sueños, debes sentirte muy bien al hacerlo, si te sientes mal, comienza con una meta alcanzable en el corto plazo, así cuando logres esa primera meta, será más fácil conseguir la segunda, la tercera, y así llegaras a tu gran sueño, paso a paso, sin apresurarte, pero sin detenerte, con un ahorro constante y con decisiones de inversión acertadas según tu etapa de la vida. Ah… ya metieron a las finanzas, brujería, chalanería…créelo, mejor aún, compruébalo.
Oscar David Echeverri Botero